Bulletin Spring 2020

La letra y la ciudad: Tánger en las literaturas española y marroquí actuales

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Randa Jebrouni is a professor of Theory and Critical Literature in the Department of Hispanic Studies in the Faculty of Letters and Human Sciences at the University of Abdelmalek Essaâdi in Tetouan. She earned her doctorate in Modern Letters with a dissertation titled “Las representaciones de Tánger en las narrativas española y marroquí actuales.” Her publications include “Tánger, mito y realidad en la novela española actual,” “Tánger en la pintura española actual,” y “La literatura comparada y el concepto de la diferencia” and has presented her work at several international conferences under the titles: “La topofilia de Tánger en la literatura española actual” y “Los discursos literarios españoles y marroquíes sobre Tánger en la literatura del siglo XXI.”

Professor Randa Jebrouni joins us today to talk about her new book La letra y la ciudad: Tánger en las literaturas española y marroquí actuales. We have a short interview with the author (in Spanish) followed by summaries of her book in both Spanish and English. Special thanks to Susan Abraham who assisted with the interview as well as editing and translation.

Interview

¿Nos podrías hablar del origen de este proyecto? ¿Cómo se concibió? 

Primero, mi interés por la imagen de Marruecos en la literatura, el arte, la fotografía, el cine y en los medios de comunicación españoles, y en concreto por Tánger, porque ha originado tanta producción que ya es una historia literaria de la ciudad.

Segundo, porque cuando comencé a trabajar sobre el tema, al principio de 2013, había algunos trabajos, pero no abordaban las nuevas creaciones, es un campo de investigación todavía inexplorado, y me refiero a la literatura del siglo XXI.

Cuando diseñé el proyecto al principio mi objetivo era solo la literatura española, y después incorporé la literatura marroquí para ensanchar el área de investigación, permitiendo así una visión más amplia, y un estudio que reflexiona sobre los contextos desde los que se inscriben ambas literaturas.

¿Cuáles son las obras tangerinas, tanto literarias como fílmicas, que trabajas en el libro? ¿Quiénes son los autores? ¿A cuáles géneros/movimientos artísticos pertenecen?

Con el objetivo de comparar las topofilias literarias, he analizado obras de autores que nacieron, viven o visitan la ciudad, como El último verano en el Tánger de Juan Vega, La clave de sol y La aljamía de Javier Roca, Encuentro en Tánger de José Luis Barranco, Sueños de Tánger de Jon Arrexe, El libro de las palabras robadas de Sergio Barce, El jardín de Sonia García Soubriet, Tangerina de Javier Valenzuela, Último verano en el paraíso de Jesús Carazo, De la rosa al crisantemo de Santiago Martín Guerrero.

El corpus de la literatura marroquí está conformado por لعنة الرحيل Laânatu ar-Rahíl (La maldición de la partida) de Mohamed Larbi Mechtat,  جنة الأرض Jan-natu al-Ard (Edén) de Moustafa Ouriaghli,  مفتاح باب الفحص Meftah bab al-Fahs y  كاساباراطا Casabarata  de Abdel Ghany Saifí,   باطيو بينطو Patio Pinto de  Abdelatif Idrisi y زهرليزا  Zahralisa de Abd Eluáhed Stitu. Los autores pertenecen a lo que se denomina aquí “Los nuevos escritores”, no se les puede aplicar el término de Generación porque no reúnen las características para esta denominación que tampoco se les puede atribuir a los escritores españoles.

En cuanto al cine español figuran Tangernación de José Ramón Da Cruz, y La caja 507 de Enrique Urbizu. La producción cinematográfica marroquí supera a la española: Rock the Kasbah de Leila Marrakchi, Sur la planche de Leila Kilani, Fissures de Hicham Ayouch, Tenja de Hassan Legzouli, y Le gosse de Tanger de Moumen Smihi.

En el resumen del libro, destacas la importancia y el afecto de la nostalgia en cuanto la configuración del espacio actual. ¿Qué afectos crees que tendrá el desarrollo de Tánger en el futuro de la escena literaria?

Los resultados de mi investigación han mostrado que Tánger ya se ha construido literariamente, y seguirá siendo, al menos en los próximos años, la ciudad fetiche en estas dos literaturas (la marroquí y la española), con dominio del carácter afectivo en plena dinámica del cambio. Además, la transformación paulatina de la urbe engendrará otro tipo de discursos, como la diversidad, la pérdida de la identidad propia en la literatura marroquí, vinculada al proyecto de Tánger Metrópoli, y a todos los problemas que derivan de la vida en la gran ciudad. Mientras que la literatura española optará por diferentes géneros, como el género negro o la novela histórica. También veremos más libros que no forman parte del terreno literario, como las memorias, o trabajos de investigación sobre el pasado internacional tangerino.

¿En qué está trabajando/pensando ahora? ¿Cuáles son los proyectos que tienes en el horizonte?

Este año he comenzado a seleccionar una nueva bibliografía de la literatura marroquí y la literatura española para un nuevo trabajo de investigación sobre Tánger, son muchas preguntas que se generan tras este primer ensayo, y una de ellas es sobre la nostalgia: ¿Seguirá incrustada en los imaginarios urbanos o dejará paso a una nueva forma de percepción relativa a la nueva morfología de la ciudad? ¿Actuará la topofilia literaria en correlación a la futura identidad espacial?...

Précis in Spanish

El presente trabajo propone un estudio de Tánger en las nuevas literaturas española y marroquí actuales. Desde la literatura comparada como método, también incluye la comparación con el cine. El corpus literario elegido para esta investigación se enfoca en autores españoles que nacieron, vivieron, o visitaron Tánger. En el caso de autores marroquíes, todos nacieron en esta ciudad sin excepción.

Teniendo en cuenta estas relaciones con la ciudad, se optó por un marco teórico ecléctico enfocado al análisis  en las representaciones espaciales. Así, el diseño de la estructura de la tesis traza cronológicamente las representaciones tangerinas comenzando por el siglo XIX, donde se ha constatado el comienzo de la imagen cosmopolita configurada textualmente. Los marroquíes forman parte de este mundo de diversidad y van perdiendo protagonismo como los únicos habitantes tangerinos, cediendo la pertenencia a los europeos. Es innegable el carácter colonialista de los textos de viajeros españoles de los siglos anteriores, como es innegable el concepto de sueño, ligado a la temporalidad de Tánger, que feminiza sus espacios y sus habitantes, y cuyo sol produce efectos narcóticos.  Convergen las impresiones y percepciones de españoles y norteamericanos.

La lectura de Tánger desde el prisma que ofrecen la psicogeografía y la topofilia demuestra que sólo son posibles bajo el efecto de la memoria. Si bien, las actitudes entre los dos grupos son distintas. Lo que conduce a percepciones fantasmagóricas que guardan relación con las drogas que configuran el lugar sin tiempo vinculado a un espacio poético. La prensa española en los últimos años también ha destacado el mito tangerino a través de varios artículos, entre los cuales rememora el pasado español de la ciudad, aspecto en torno al cual la literatura actual elabora su mitificación; los medios de comunicación se sirven del Tánger literario y mítico para promover los viajes. La información visual sobre Tánger circula entre la literatura, la prensa, el cine y la televisión formando una iconosfera. El viaje invita a la literatura y viceversa, pero sobre todo, invita a la recuperación de la memoria del Tánger español y de sus mitos. Burroughs y Bowles crean el mito de escritor en Tánger, puesto que sus recorridos se fijarán en la literatura actual ambientada en la ciudad mediante las atmósferas de misterio y espionaje. Si bien la crítica de Burroughs a la ciudad internacional desmitifica esa magia de delirio que le hacía sentir, desglosa el complejo concepto del laberinto.

Tanto el método comparativo como el cronológico han permitido aprehender las características más relevantes de estas representaciones, de manera que se ha podido observar la sedimentación del imaginario como consecuencia directa del viaje, y de la memoria como elementos imprescindibles para la reactivación de la topofilia psicogeográfica.

La topofilia de los escritores o artistas que visitan Tánger lo representan a través de las percepciones simples. Muchas veces, no es necesario el tiempo de residencia que determina la creación, sino ese “acontecimiento” de las primeras vivencias, o experiencias fugaces. La psicogeografía se basa en esa forma lúdica y particular de lectura de la ciudad, que guarda una relación análoga con el valor estético de percibir un lugar como señala Tuan (2007) en la topofilia. Esta se cumple a través de tres factores: la delimitación geográfica del lugar, las literaturas que lo relatan, y su cercanía a las costas o ríos, y Tánger los reúne.

El viaje real permite desarrollar otra cartografía mental a través de la narración, la que en términos de Foucault pertenece a la heterotopías como espacios otros. El Tánger de las novelas españolas de la actualidad tiene mucho que ver con el mundo que rodea a sus autores, todos han estado en esta ciudad, los espacios por los que transcurren sus novelas son terrenos propios de los narradores y ofrecen la visión nostálgica de la ciudad.

 La nostalgia por la ciudad del pasado como un nuevo sentido común junto al afán modernizador hace que este sentimiento surja como respuesta al cambio progresivo de la ciudad en los últimos años. Es un hecho que se constata en otros ejemplos de ciudades extranjeras. En este caso, aparecen los barrios como lugares amados de amparo donde se hallan los fragmentos de la ciudad añorada, dada su potencialidad de mantener el vínculo entre los ciudadanos y la historia de su ciudad. En este sentido, la literatura marroquí actual permea representaciones sesgadas de Tánger, por una parte las imágenes de los barrios periféricos colapsan por completo la urbe, filtrando de ese mundo emociones positivas de los narradores y de otros personajes sus capacidades de adaptación al medio social; la topofilia literaria transmuta los lugares del malestar en espacios del bienestar al adaptarse a los medios de subsistencia, y generar en los narradores paradójicas remembranzas de dolor y felicidad.

Las representaciones de Tánger en la literatura marroquí pretenden dar cuenta de un territorio que presta muy poca atención a la ciudad como ente psíquico referente del cosmopolitismo. Salvo la novela de Mohamed Larbi Mechtat que recrea aquellas relaciones de amistad y vecindad entre judíos y musulmanes de la medina tangerina, ninguno de los nuevos escritores lo utiliza como materia literaria. Es preciso señalar que la percepción literaria de la ciudad varía en los autores, según su origen, en los casos de autores marroquíes está condicionada por un complejo proceso de sentimientos y pensamientos, la cantidad de los datos, y las experiencias personales, e incluso la formación académica. Aun así es difícil elaborar un modelo homogéneo en su totalidad entre estos autores, aunque queda muy clara una evidente confluencia literaria en sus obras en cuanto a autobiografías se refiere. Y es que el estilo autobiográfico implica el retorno del autor a su vida pasada y a sus entornos, la ciudad, o más bien los barrios están produciendo sus propios relatos. Una característica esencial de estas escrituras y que es inseparable de la autobiografía es la nostalgia. Tal sentimiento consigue aunar tanto las protestas de las voces marginadas como su capacidad de lograr “integrarse” con su pobreza. La explicación de este mecanismo dual radica en que la nostalgia en sí ya lleva la paradoja del sufrimiento y el placer; en nuestros autores ha quedado ilustrado con redundancia: la mezcla del recuerdo doloroso con el vínculo afectivo al barrio y a la ciudad.

Por lo tanto, Tánger es la ciudad que las literaturas española y marroquí elaboran como centro de añoranza y recuperación del pasado; ya no estamos frente a casos aislados, sino ante un sentimiento de dominio compartido por los escritores actuales, pasando a ser una semiosfera cultural y literaria que exige ser entendida como emoción de estos tiempos frente a la multiplicidad de interpretaciones que puede desprender, esto es, los nostálgicos podrían ser todas las personas. Justamente una de las interpretaciones más cercanas a esta emoción es que se está convirtiendo en un sentir común a los tangerinos –sean escritores o no-, y con este término también se incluyen los que no nacieron en la ciudad, los que la aman, dicho sentir colectiviza la memoria de la ciudad, tanto internacional como postinternacional y esconde una voluntad de resistencia frente al futuro, es decir, al reproducirse la nostalgia tangerina se está rechazando la futura ciudad, con sus cambios urbanos, sus ensanches, y sus megaproyectos transnacionales que cubrirán su identidad. Por ello, la nostalgia mitifica la ciudad y para ello el pasado es la condición absoluta. El factor temporal es clave para estos vínculos sentimentales con la ciudad: nacer y vivir en un lugar determina los relatos de estos individuos que son también los relatos urbanos. La necesidad de contar historias y de verse implicado en ellas es un rasgo que define la época actual. Si hay que definir esta emoción la llamaremos nostalgia reflexiva por las biografías que comportan estas literaturas, y dotándolas de una estructura narrativa logrando esta tendencia de contar historias del pasado, y sobre todo experimentar en este acto una mezcla de catarsis y reconstrucción de la propia vida trazando mapas mentales de la ciudad deseada.

Lo simbólico del espacio se manifiesta incluso en otras ciudades presentes en estas narrativas, donde las acciones de los personajes, las intrigas o los pensamientos llevan irremediablemente a un solo destino: Tánger, y para mayor protagonismo del espacio los códigos representativos se despliegan en las relaciones de tensión, amor, y desamor con la ciudad proclamándose la metonimia como punto culminante de la topofilia de tal modo que la relación es el efecto que surge entre el ser y el espacio.

El proceso de interpretación llevado a cabo indica que tanto la diégesis literaria como las representaciones en las artes se consideran un no lugar en el sentido de crear un espacio para la memoria. La nostalgia de los autores españoles, desplegada en sus personajes, ejerce una centralización del mito de la ciudad; mientras que los autores marroquíes reivindican un Tánger excento de europeización. Estamos, por tanto, ante dos modos de transcripción de la ciudad, donde en ambos discursos la topofilia idealiza la ciudad.

Pero como ciudad fronteriza geográficamente, también refleja otro tipo de límites culturales como no lugar, entendido este en el sentido de una ciudad dividida entre lo europeo y lo árabe musulmán, para los cuales, el lugar de memoria es el que crea una identidad compartida a la que todos  recurren desde puntos de vista diferentes.

Summary in English

This work proposes a study of Tangier in contemporary Spanish and Moroccan literature. Using comparative literature as a primary method, this study also includes film. The literary corpus chosen for this research is based on Spanish authors who were born, lived, or visited Tangier. In the case of Moroccan authors, everyone was born in this city.

Taking into account these relationships with the city, the work proposes an eclectic theoretical framework, focusing on the analysis of spatial representations. As a result, the thesis is structured chronologically to depict Tangerine representations beginning in the 19th century, at a time when the textually configured cosmopolitan image begins to emerge. As this work demonstrates, Moroccans form an important part of this diverse world; however, they are perceived as losing prominence as the sole inhabitants of Tangier, ceding a sense of belonging to Europeans. In this way, the colonial character of the Spanish travelers’ texts from previous centuries is undeniable, as is the concept of dream, which - linked to the temporality of Tangier - feminizes its spaces and its inhabitants, and whose sun produces narcotic effects. Here, the impressions and perceptions of Spaniards and North Americans converge.

A reading of Tangier through the lens of psychogeography and topophilia shows that these perceptions are only possible vis-à-vis memory. However, attitudes between the Spaniards and North Americans are different, leading to spooky perceptions that are related to the drugs that create a place without time, bound in a poetic landscape. In recent years, the Spanish press has highlighted the Tangerine myth through several articles, recalling the Spanish past of the city, an aspect around which current literature elaborates its mythification. Here, the media uses the literary and mythical Tangier to promote travel. This visual information about Tangier circulates among literature, the press, the cinema, and television forming an iconosphere. Travel encourages literature and vice versa, but above all, it invites the recovery of the memory of Spanish Tangier and its myths. Likewise, Burroughs and Bowles create the myth of a writer in Tangier since their journeys focus on contemporary literature set in the city through the atmosphere of mystery and espionage. While Burroughs' criticism of the international city demystifies that magic of delirium that made him feel, it also breaks down the complex concept of the labyrinth.

Both the comparative and the chronological frameworks allow us to understand the most relevant characteristics of these representations, so that the sedimentation of the imaginary is observed as a direct consequence of travel and of memory - as essential elements for the reactivation of the psychogeographic topophilia.

The topophilia of the writers or artists who visit Tangier is represented through simple perceptions. Many times, it is not necessary that their time in residence determines its creation, but instead the “event” of the first experience, or even fleeting experiences. Psychogeography is based on this playful and particular way of reading the city, which has an analogous relationship with the aesthetic value of perceiving a place as Yi-Fu Tuan points out in his book Topophilia: A Study of Environmental Perceptions, Attitudes, and Values (2007). This is accomplished through three factors: the geographical delimitation of the place, the literature that relates it, and its proximity to the coasts. Tangier brings all three together.

The real trip allows us to develop another mental geography through narration, which in Foucault's terms belongs to heterotopies as other spaces. The Tangier of today's Spanish novels has a lot to do with the world that surrounds its authors. Since all have been in this city, the spaces through which their novels run are the narrators' own lands and offer a nostalgic vision of the city.

In response to the progressive changes and modernizing desires of the city in recent years a nostalgia arises for the city of the past as a new, shared sense. This characteristic is found in other examples of foreign cities where neighborhoods appear as beloved places of protection, fostering fragments of the longed-for city, and thus maintaining the bonds between the citizens and the history of their city. In this sense, contemporary Moroccan literature permeates biased representations of Tangier. In this case, images of peripheral neighborhoods completely collapse the city, filtering out the positive emotions of the narrators and other characters from that world as a result of their capacities to adapt to the social environment. Literary topophilia transmutes the places of discomfort in spaces of well-being by adapting to livelihoods and generating remembrances of pain and happiness in the paradoxical narrators.

The representations of Tangier in Moroccan literature are intended to account for a territory that pays very little attention to the city as a psychic entity referring to cosmopolitanism. Except for Mohamed Larbi Mechtat's novel that recreates those relations of friendship and neighborhood between Jews and Muslims in Tangier’s medina, none of the new writers use it as literary material. It should be noted that the literary perception of the city varies amongst the authors according to their origin. In the case of Moroccan authors it is conditioned by a complex process of feelings and thoughts, the amount of data, personal experiences, and even academic training. Even so, it is difficult to develop a homogeneous model in its entirety among these authors, despite the fact that there is a clear literary confluence of autobiographies in their work. It is this very autobiographical style, which implies the return of the author to his past life and his surroundings in the city - or more specifically the neighborhoods - that allows the authors to produce their own stories. And thus, nostalgia becomes an essential feature of these writings that is inseparable from autobiography. Sentiment like this manages to combine both the protests of the marginalized voices and their ability to “integrate” with their poverty. One explanation of this dual mechanism is that nostalgia itself already carries the paradox of suffering and pleasure. In our authors it is illustrated with redundancy: the mixture of painful memories with the affective link to the neighborhood and the city.

As a result, Tangier is the city in which Spanish and Moroccan literature develops as a center of longing and recovery of the past. We are no longer faced with isolated cases, but with a sense of dominance shared by current writers, creating a cultural and literary semiosphere that demands to be understood as an emotion of these times despite the multiple interpretations that are produced. In other words, nostalgia could be all people. Just one of the interpretations closest to this emotion is that nostalgia is becoming a common feeling for all Tangerinos - whether writers or not. Moreover, this term includes those who were not born in the city - those who love it. Feeling as a collective memory of the city, both international and post-international, hides a will to resist the future. That is, when the Tangerine nostalgia is reproduced, the future city is rejected with its urban changes, its development, and its transnational megaprojects that cover its identity. Therefore, nostalgia mitigates the city and, for this, the past stands as an absolute condition. The temporal factor is key to understanding these sentimental links with the city: being born and living in a place determines the stories of these individuals that are also urban narratives.

The need to tell stories and be involved in them is a feature that defines the current era. If this emotion is to be defined, we can call it a reflective nostalgia for biographies as this literature entails: providing them with a narrative structure, achieving this tendency to tell stories of the past, and, above all, experiencing in this act a mixture of catharsis and reconstruction of one's life - drawing mental maps of the desired city. The symbol of space manifests itself even in other cities present in these narratives, where the actions of the characters, intrigues, or thoughts inevitably lead to a single destination: Tangier.  To pronounce this space representative codes are displayed in relationships of tension, love, and heartbreak with the city, proclaiming metonymy as the climax of the pituitary so that the relationship is an effect that is born amidst being and space.

This process of interpretation indicates that both literary diegesis and representations in the arts are considered a non-place in the sense of creating a space for memory. The nostalgia of the Spanish authors, displayed in their characters, exerts a centralization of the myth of the city. On the other side, Moroccan authors claim Tangier as an exemption from Europeanization. We are, therefore, faced with two modes of transcription of the city, idealized by topophilia in both texts. Yet, as a border city geographically, it also reflects other types of cultural boundaries as a ‘no place,’ understood in the sense of a city divided between the Christian, European and the Muslim, Arab, for which the place of memory creates a shared identity for everyone to draw on from their different points of view.